domingo, 29 de agosto de 2010

Ven, Espíritu Santo !



Vem Espírito Santo, vem sobre nós
Como em Pentecostes possuir o meu ser
Vem Espírito Santo, vem sobre nós
Como a chuva que lava a terra, vem lavar meu viver

Liberta-nos de toda opressão
Batiza-nos com o óleo da unção
Reinflama os carismas com fervor
Para que possamos transbordar amor

sábado, 28 de agosto de 2010

Me despierto para ver tu Misericordia

“Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
En los que esperan en su misericordia”
(Sal 32)

Abro la puerta de este día dándote Gracias, Señor.
Antes que mis ojos puedan ver la Luz de esta nueva jornada,
Tu Mirada ya ésta sobre mí,
Y tu Misericordia me visita cada día,
y me entrega como presente que debe ser resguardado
el Silencio Amoroso de tu Presencia.

“Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
En los que esperan en su misericordia”

Gracias Padre Eterno por el Don de Tu Hijo,
Éste Cristo Nuesro que has hecho para nosotros
Sabiduría, justicia, santificación y redención.

Orando la palabra diaria: Co1,26-31; Salmo 32; Mt 25,14-30

miércoles, 25 de agosto de 2010

Serás dichoso, te irá bien… si sigues Su Camino

Porque no estoy completamente libre,
Necesito tu Gracia para vivir en justicia.
Porque no soy completamente libre,
Necesito tu Espíritu para vivir en la medida de Tu Corazón.
“Pareceis justos….”
Día a día tu Amor me construye.
Derrumbas mi orgullo y mis crímenes los pones a la luz.
Cercas mi hipocresía con la Lealtad y claridad de tu Corazón
Y me levantas con alegría,
No dejas grieta para el abatimiento
Porque tu sentencia es mi abrigo
“Serás dichoso, te irá bien… si sigues Su Camino” (salmo 127)

martes, 24 de agosto de 2010

¡Ven y Verás!

Que encuentre muchos “Felipes” en mi caminar Señor,
Felipes de pocas palabras que me conduzcan a Ti.
¡Ven y Verás!
Y pueda escuchar tu Voz que me dice: “Te ví”,
Gesto donde El Amor y la Fortaleza se encuentran.
Porque Eres Rabí,
Eres el Santo de Israel.
Y hazme un “Felipe” para los otros,
Para el hermano que te busca,
aquel en el que no hay engaño y necesita hoy también estucharte decir:
“Te ví”

orando la Palabra Juan 1,45-51

lunes, 23 de agosto de 2010

Como amar en momentos de odio y oposición

Ron Rolheiser (Traduccion Carmelo Astiz)
Lunes 23 de Agosto del 2010
Fuente: Ciudad Redonda
www.ciudadredonda.org

¿Cómo mantienes una actitud positiva, predicas esperanza y permaneces amable y generoso cuando confrontas oposición, incomprensión, hostilidad y odio?
Eso es lo que hizo Jesús; y esa cualidad especial de su vida y de su enseñanza constituye quizás el mayor reto personal y moral para todos nosotros que intentamos seguirle. ¿Cómo te mantienes amable frente al odio? ¿Cómo permaneces enérgico y animoso frente a la incomprensión? ¿Cómo sigues siendo afectuoso y amable frente a la hostilidad? ¿Cómo amas a tus enemigos cuando quieren eliminarte?


La práctica totalidad de nuestros instintos íntimos funcionan aquí en contra nuestra. Nuestros instintos naturales son generalmente auto-protectores, incluso hasta paranoides, contrarios a la abnegación y al perdón. Nuestro sentido innato de justicia exige el ojo por el ojo, el devolver en especie, odio por odio, recelo por recelo, homicidio por homicidio. Y esto no sólo pasa precisamente en los grandes asuntos, como sería nuestro esfuerzo por permanecer amables frente a amenazas de muerte. Nos esforzamos también por permanecer amables aun frente a pequeñas provocaciones, como la irritación.

¿Cómo aguantamos y controlamos la oposición, la incomprensión, el malentendido, la hostilidad y el odio?
Algunas veces nuestra respuesta consiste en quedarnos paralizados. Nos sentimos tan intimidados y amenazados por la oposición, la tergiversación y el odio que tomamos la retirada y nos escondemos. Retenemos nuestros ideales, pero ya no los ponemos en práctica en presencia de nuestros oponentes. Seguimos hablando de amor y comprensión, pero no a nuestros enemigos (a los que ciertamente no odiamos, pero de quienes nos mantenemos ahora alejados).


A veces nuestra respuesta es exactamente la contraria, a saber, frente a la oposición desarrollamos una piel tan dura que no tenemos por qué preocuparnos de lo que los demás piensen de nosotros: ¡Que piensen lo que les dé la gana! ¡Si no les gusta, que aguanten! El problema con nuestra “actitud de piel dura” es que nuestra capacidad de seguir profiriendo las palabras correctas y obrando las acciones correctas se basa, en parte, en una cierta ceguera e insensibilidad. En nuestra mente, nosotros no tenemos ningún problema. Los demás son los que los tienen.

Esta insensibilidad toma a veces una forma más sutil: la condescendencia. Se da esto cuando creemos que tenemos un corazón lo suficientemente grande como para amar a los que se nos oponen o nos odian, justo cuando nuestra empatía y amor se basan en un cierto elitismo, a saber, en el sentimiento de que somos tan superiores, moral y religiosamente, a los que nos odian que podemos amarles en su ignorancia: “¡Pobres; gente ignorante! ¡Si fueran más juiciosos…!” –pensamos.

Esto no es amor, sino un claro complejo de superioridad disfrazado de empatía y de preocupación. No fue así precisamente cómo Jesús trató a los que le odiaban.

¿Cómo les trató Jesús? Frente al odio y a la muerte infligida por sus enemigos, Jesús no se intimidó, ni tuvo piel dura ni fue condescendiente. ¡Qué hizo, pues? Se arraigó con mayor hondura en su propia identidad más profunda y, allí en el fondo, encontró el poder para seguir siendo afectuoso, amable, dispuesto a perdonar, frente al odio y al asesinato. ¿De qué modo?
Mientras Jesús era ejecutado oró así: “Perdónalos, porque no saben lo que están haciendo”. El famoso teólogo alemán Karl Rahner, al comentar esto, señala con agudeza que, de hecho, sus verdugos sí sabían lo que hacían. Sabían que estaban crucificando a un hombre inocente. Entonces,
¿por qué dice Jesús justamente que estaban obrando con ignorancia?

Su ignorancia, como resalta el mismo Karl Rahner, se sitúa en un nivel más profundo: Ignoraban cuánto él les amaba mientras que él mismo no era amado. Cuando los evangelios describen el estado interior de Jesús en la Última Cena, dicen: “…Jesús, sabiendo que el Padre lo había puesto todo en sus manos, que había salido de Dios y volvía a Dios, se levanta de la mesa, se quita el manto…”

Jesús fue capaz de seguir amando y perdonando frente al odio y al asesinato porque, en el corazón mismo de su auto-conciencia, tenía conciencia de quién era él mismo, hijo de Dios, y cuánto le amaba su Padre. No tenía piel dura ni era elitista, justamente estaba en contacto con su propia identidad (quién era él mismo) y cómo era amado por su Padre. De esa fuente sacó su energía y su poder para perdonar.

También nosotros tenemos acceso a ese mismo poderoso manantial de energía. Como Jesús, nosotros también podemos estar tan dispuestos a perdonar.
Creo que muy pocas cosas se necesitan tanto hoy día, sea en la sociedad o en la iglesia, como esta capacidad de comprensión y de perdón. Seguir ofreciendo a otros genuina comprensión y auténtico amor frente a la oposición y el odio constituye el reto más fundamental, tanto social y político como eclesial, moral, religioso y humano.


Algunas veces la gente de iglesia intenta señalar una cuestión moral concreta como la prueba definitiva para determinar si alguien es o no es verdadero seguidor de Jesús. Si hubiera de existir una verdadera prueba definitiva que muestre al genuino seguidor de Jesús, ojalá fuera ésta: ¿Puedes seguir amando a los que te malinterpretan, a los que se te oponen, te son hostiles y te amenazan – sin sentirte paralizado, endurecido o condescendiente?

fuente: www.ciudadredonda.org

domingo, 22 de agosto de 2010

Listos para recibirTe

Aquí Señor!
Aquí Estamos,
Para recibir Tu Palabra, Tu Alimento, Tu Gracia.
Recibirte hecho Palabra y alimento de Vida.
Acogerte en espíritu y verdad.
Servirte en actitud de escucha permanente.
Para oir una y otra vez tu pedido,
Que es interpelación y orden:
“Fortaleced las manos débiles,
Robusteced las rodillas vacilantes,
Caminad por una senda llana,
Así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curará”.
Que podamos penetrar en este tu Día,
El misterio de Tu Consuelo,
Imitar Tu caminar,
Vivificar lo que esta dolido.

sábado, 21 de agosto de 2010

Tus Pies tomaron posesión

Padre, gracias por el Don de Tu Hijo,
Por el Don de Tu Espíritu Santo.
Gracias por los nuevos tiempos en nuestra vida.
Las palabras que dirigiste a tu profeta Ezequiel
Se cumplen, porque nos abriste las puertas de tu Gracia.
“La Gloria del Señor llenaba el templo”
Has venido a residir en medio nuestro,
Nos hiciste Templos Vivos de Tu Espíritu y
las plantas de tus pies tomaron posesión,
y me haces decir con alegría:
“La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan”


Ezequiel 43. 1-7ª – Salmo 84

viernes, 20 de agosto de 2010

Eterna Gratitud



Toca de Assis
2010

¿Quien te podrá separar de mi?

Dios cree en tí

Santa Terquedad

Firme, Terca, Constante,
Así es tu Decisión Eterna de Amor.
No dejas espacio, ni territorio bajo el yugo de la desesperanza.
“…y sabréis que Yo soy el Señor”
Cuando alguna sinrazón quiere apagar Tu Sentencia,
Vuelves a pronunciarte
“Yo el Señor lo digo y lo hago”
Esa terquedad de amor me hace Bendecir Tu Amor
Cada mañana.
Ya no puedo andar errante, ni permitir que
La vida se vaya congelando.
Porque eres El Santo Invariable,
Fuente de Amor eterno.

Orando la Palabra 20.08.2010

martes, 17 de agosto de 2010

Noites Traiçoeiras

Cuando los Ángeles cantan




Escucha el Silencio



Nicolás de Ma. Caballero, cmf.
Martes 17 de Agosto del 2010

Fuente: Ciudad Redonda

No es una broma verbal; tampoco un aforismo teológico. Es sencillamente la formulación de un modelo nuevo de estar con las cosas. Tal vez el modelo único. Desde la poesía, es captar el instante ‘al vivirlo’ y dejarlo donde está. Es como un Haiku, que capta simplemente lo que está sucediendo ‘ahora’ y ‘aquí’; es el momento sorprendido.

‘Hacer un haiku
es mirar callado
algo sin tiempo’.

Todo momento es silencio
. Y meditar es la expresión de nuestro misterio personal. Escuchar el silencio es meditar; meditar-‘aprender a mirar en silencio’- facilita el ‘escuchar el Silencio, que es Dios’. Somos un haiku; algo que somos y que permanece sin tiempo, siendo nosotros mismos. Meditar es la capacidad de ‘ver eso’ sin entorpecimiento de palabras. Que la manera más fácil de entrar en estado meditativo es ponerse a escuchar.

Cierra los ojos y oye todos los ruidos en torno; escucha el bullicio o el murmullo general de todo, como estuvieras escuchando música. Te podrá parecer estúpido, pero estás asistiendo a otra versión de las cosas y a otra manera de ‘estar presente’. No intentes identificar los ruidos, no les pongas nombre (…). Deja que te lleguen y deja que se vayan. No hay ruidos adecuados o inadecuados, ni tampoco importa si alguien estornuda o se le cae alguna cosa; todo es simplemente ruido o sonido’1.

‘Escuchar el silencio’ tiene la solemnidad de ser una ‘contracultura’; algo que rompe los moldes que nos aprisionan y que condicionan, incluso, nuestra manera de relacionarnos con Dios. Nuestra relación ruidosa con Dios -a nuestro modo- es desde el ‘hacer y tener’; desde la contracultura del silencio, es desde el ‘ser y estar’.

Cometer la aparente ‘estupidez’ de detenerse ante lo que nos llega, es cambiar los modelos de pensar y de sentir con que afrontamos la vida: ordinariamente desde la utilidad o desde la repercusión afectiva que nos produce; desde la ‘lógica’ del hacer y del tener. ¡Qué bien, aunque de forma mordaz, Mariano José de Larra decía que algunos ‘no saben existir’.

Hace tiempo que confundo, no la clásica ‘esencia o existencia’ sino la ‘presencia y la existencia’. Ordinariamente, se nos escapa nuestra propia presencia; se nos escapa que somos un ‘acontecimiento’ y una consistencia. Y mientras no nos identifiquemos como ‘acontecimiento’ se nos escapa el hecho, el acontecimiento que nos funda: ‘
En Dios vivimos nos movemos y existimos’.

Y, aún más. Nuestro entrenamiento para una relación profunda-sólo con Dios-llega a ‘escuchar el silencio en silencio’. Y no es fácil. En el alarde y ostentación, al parecer, sólo literario de ‘escuchar el silencio’, se afrontan las seguridades neuróticas de nuestra mente habladora que nos corren como sangre no oxigenada por los capilares de la mente, del cuerpo y hasta del alma.

Invitar a ‘escuchar el silencio’, es invitación a resolver el koan de cómo se oye el ruido de una sola mano que aplaude. Es ‘la extraña lógica’ oriental en el intento por quebrar la lógica de la mente superficial. Es comenzar a entender de otra manera-‘sin manera’-dicen los místicos- lo que se refiere el Silencio invasor de Dios.

‘Cerremos los ojos para escuchar y oiremos el silen¬cio, y después los ruidos y sonidos que emergen de ese silencio’ 2. La excelencia de este proceder es un modelo válido y reconocido como un ejercicio ‘iniciático’: ‘iniciación a la experiencia del misterio’. No tiene la validez de lo útil, pero tiene la esencial realidad de ‘saber existir’. Y, cuando lo aplique a Dios, la gran validez de existir en Dios. ¡Es todo!

En la ‘nueva’ ‘lógica’ de esta relación también el cuerpo ‘es’. Ahora, por su cauce, corre todo el caudal de la mente. Al mirar en silencio, el nuevo cuerpo, ‘reconstruido’ por nuestra ‘afonía mental’, encontraremos la base primera para la paz mental.

Obsérvalo todo como un espectador distante, que deja pasar las nubes. Deja que atraviesen lentas o rápidas tu espacio corporal; es tu meteorología personal. ‘Contempla... la sensación de tu cuerpo, sin formulación. Déjala vivir y desplegarse con sus matices de calor, de frío, contracción, agitación’ 3. Es seductor el llegar a la meditación- a la conciencia silenciosa- contemplando el cuerpo, recorriéndolo... Se refuerza nuestro esquema corporal: la manera de vivir nuestro cuerpo, de vivirnos en él y de vivirnos desde él. Un milagro ocurrido en la cercanía de quien ‘se encuentra, con un equilibrio de que no dispone [ahora]
4.

La 'mirada silenciosa-siempre pobre- es la eficaz aproximación a un tipo de conciencia equilibrada y más revolucionaria desde su quietud. Una constatación final significativa: ‘Si tomas tu cerebro como objeto de contemplación 5 [en este caso de tu mirada silenciosa], pronto lo sentirás de forma diferente. Ya no estará apretado, cargado, agobiado. Percibirás sus oscilaciones y un inmenso ensanchamiento, que tranquiliza. Nace un cuerpo ‘elaborado’ desde el silencio; otro cuerpo. Tu cabeza [tu mente, el fondo] dejará de tener un lugar privilegiado y sus ruidos dejarán de ser parte de tu agobio. Después de un tiempo ‘... oirás cómo, del ‘agujero’ del silencio’, nacen los sonidos, sin causa, sin origen 6. Y, paradójicamente, podrás hablar con las cosas y con todo, sin palabras… No es poesía; es un modelo contemplativo; a tu alcance. La mente silenciada, deja un espacio para la revelación, y si eres un creyente en Dios y en Jesús, estarás facilitando la revelación de una Presencia en la que la vida se resuelve y descansa.

Oír el silencio es una pedagogía de la escucha, al servicio de la fe, que nos permite ‘oír a Dios’. Es otra manera de explicar la petición del profeta: ‘Dame oído de discípulo’ (Is 50,4). ¡Y pensar que uno puede ensayar algo que se le parezca, oyendo en silencio los ruidos de fuera y los murmullos de propia mente! Esto no es para teólogos; es para mendigos que están en la calle y duermen a la intemperie. Y de puro sencillo, no se entiende…

________________________________________
1 A. WATTS, Nueve meditaciones, p. 33.
2 A. WATTS, Nueve meditaciones, Barcelona, Kairós, 19812, p. 19.
3 JEAN KLEIN, La mirada inocente, p. 45s.
4 M. GUIRAO, Anatomía de la conciencia-Anatomía sofrológi¬ca, p. 242.
5 De tu mirada atenta, no analítica, de tu 'mirada pobre', se entiende.
6 A. WATTS, Memorias, p. 257.

Ver Fuente: www.ciudadredonda.org

Disipas toda desesperanza

Las mismas inquietudes, los mismos temores,
Las mismas expectativas.
En tu seguimiento, hoy y siempre, el proceso de
Conversión mantiene cierta lógica.
Y tu Pedagogía -eterna e inmutable-,
Estrena Mirada siempre nueva.
“Jesús se les quedó mirando…”
Y solo luego, muy luego de penetrarnos con Amor Misericordioso,
Vienes a proclamar palabras simples
Que diluyen toda inquietud.
“Para los hombres es imposible, pero Dios lo puede todo”
Sentencia que libera.
Sentencia que Fortalece.
Sentencia que vigoriza lo débil y robustece mis piernas
Para caminar este nuevo día.

lunes, 16 de agosto de 2010

PHN 2010

Palabra Viva



No es en el cumplimiento de la Ley donde te encuentro cada día.
Cumplirla no es más que hacer lo debido.
Sino en la escucha diaria, atenta y amorosa de tu Palabra que al abrir mis ojos me penetra hasta las entrañas:

“Si quieres llegar hasta el final…”
Y así voy descubriendo las riquezas que aún atan mi ascenso,

Cada día una nueva riqueza va quedando desatada porque no existe nada que pueda frenar el deseo de estar Contigo.

domingo, 15 de agosto de 2010

Conheço um Coração

Cuaresma de San Miguel Arcángel



Breve historia sobre la Cuaresma de San Miguel

San Francisco de Asís fue un santo que en su vida mortal procuró nutrir mucho su alma, para no enfriar su amor por Jesús, un espíritu de oración y de sacrificio grande. Tal era su amor que realizaba tres “cuaresmas” por año, además de algunos otros períodos de ayuno y oración en honor a la Madre de Dios por la cual tenía un dulce y especial amor.
Fue de un modo muy especial que en la cuaresma de San Miguel, Dios concedió a San Francisco gracias abundantes entre ellas la de marcarlo en su cuerpo, por el profundo deseo de imitar a su Hijo Jesús, con las señales de su Pasión. Todas las “cuaresmas” eran realizadas en el Monte Alverne. Alverne: verna, viene de “vernare” verbo utilizado por Dante y que significa “hacer frío”, helar.
San Buenaventura dice en “Legenda Maior”, en su capítulo 9, párrafo 3 dos escritos biográficos de San Francisco: “un vínculo de amor indisoluble uníalo a lo ángeles cuyo maravilloso ardor lo ponía en éxtasis delante de Dios e inflamaba las almas de los elegidos”. Por devoción a los ángeles, celebraba una cuaresma de penitencia y oración durante los cuarenta días que siguen a la Asunción de la Santísima Virgen María. San Miguel, sobretodo, a quien cabe el papel de introducir las almas en el Paraíso, era objeto de devoción especial en razón del deseo que tenía el santo de salvar a todos los hombres. Era de conocimiento de Francisco la autoridad y el auxilio que el Arcángel Miguel ejercía para salvar las almas en el último instante de vida y el poder de ir a retirarlas del purgatorio.
Ese era el principal motivo por el cual Francisco realizaba su cuaresma y esto nos es relatado en la leyenda Terusina en el Nº 93 de su biografía donde el Santo dice en el año 1224, año en que recibió los estigmas, “Para honra de Dios, de la bienaventurada Virgen María y de San Miguel, príncipe de los ángeles y de las almas, quiero hacer aquí –en el monte Alverne-, una cuaresma”
Fue en 1224 en que San Francisco realizó su primera cuaresma en honra de San Miguel Arcángel.
Fue también en esta primera cuaresma en que Francisco recibió y sintió la mayor abundancia de gracias divinas, siendo transportado hasta Dios en un fuego de amor seráfico, y transformado por una profunda compasión en Aquel que, en su extremo de Amor, quiso ser crucificado.
Aproximándose la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, cuando él vio descender de lo alto del cielo, un Serafín de seis alas flameantes, el cual, en rápido vuelo, llego cerca del lugar donde Francisco estaba. Esta aparción dejo a Francisco hundido en un profundo éxtasis, y en su alma se mezclaba la alegría y la tristeza, una alegría desbordante al contemplar a Cristo que se le manifestaba de una manera milagrosa y familiar, pero al mismo tiempo de un dolor inmenso, pues la visión de la cruz traspasaba su alma como una espada de dos y de compasión.
Francisco comprendió entonces que no era el martirio del cuerpo, sino el amor y el incendio del alma lo que debería transformarlo a semejanza de Cristo Crucificado. Después de aquella conversación familiar, que nunca fue revelada a los otros, desapareció la visión dejándole el corazón inflamado de ardor e imprimiéndole en la carne a semejanza externa del crucificado, una marca. Luego empezarían a aparecer en sus manos y sus pies las marcas de los clavos.
Cuando el verdadero amor transformó al amigo de Cristo en semejanza de Aquel que el amaba, terminado los cuarentas días en el monte y en la soledad, llegó la fiesta de San Miguel, y Francisco, hombre del Evangelio, descendió del monte, trayendo la imagen del crucificado, no esculpida en piedra o madera por la mano de algún artísta, sino reproducida en su propia carne por el dedo del Dios Vivo.
San Francisco, para no igualarse a Jesús que quedó 40 días y 40 noches en ayuno total, come al final de estos días un pedazo de pan y bebe agua, porque se encontraba indigno de ser igual a Jesús.

Inicio de la Cuaresma
15 de Agosto (Fiesta de la Asunción) al 29 de setiembre (Fiesta de San Miguel).
Haga un altar en su casa con una imagen de San Miguel o con una estampa y recuerde que “esta cuaresma” comporta también una penitencia.
Se puede encender un cirio (vela) como signo de la presencia del Resucitado.

ORACIÓN A SAN MIGUEL
"Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha.

Ampáranos contra la preversidad y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros malignos espíritus que para perdición de las almas discurren por el mundo.
Amén."

LETANIAS DE SAN MIGUEL
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo,
ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos
Jesucristo, atiéndenos.
Padre Celestial, que eres Dios,
ten piedad de nosotros.
Hijo Redentor del mundo, que eres Dios,
ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que eres Dios,
ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad que eres un solo Dios,
ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los Angeles,
ruega por nosotros.

San Miguel, ruega por nosotros.
San Miguel, lleno de gracia de Dios….
San Miguel, perfecto adorador del Verbo Divino….
San Miguel, coronado de honra y de gloria….
San Miguel, poderoso Príncipe de los Ejércitos Celestiales.
San Miguel, porta estandarte de la Santísima Trinidad.
San Miguel, guardián del Paraíso.
San Miguel, guía y consolador del pueblo Israelita.
San Miguel, esplendor y fuerza de la Iglesia militante.

San Miguel, honra ya alegría de la Iglesia Triunfante.
San Miguel, Luz de los Angeles.
San Miguel, valuarte de la verdadera Fe.
San Miguel, fuerza de aquellos que combaten por el estandarte de la cruz.
San Miguel, luz y confianza de las almas en el último momento de vida.
San Miguel, socorro cierto.
San Miguel, nuestro auxilio en todas las adversidades.
San Miguel, mensajero de la sentencia eterna.
San Miguel, consolador de las almas del purgatorio, Vos a quien el Señor encomendó recibir las almas después de la muerte.
San Miguel, nuestro Príncipe.
San Miguel, nuestro abogado.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, óyenos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, atiéndenos.
Ruega por nosotros glorioso San Miguel, príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
Para que seamos dignos de sus promesas.

Amén.

OREMOS:
Señor Jesucristo,
santifícanos con una bendición siempre nueva y concédenos, por intercesión de San Miguel, la sabiduría que nos enseñe a juntar riquezas en el cielo y a cambiar los bienes de nuestro tiempo presente por los bienes eternos.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

CONSAGRACION A SAN MIGUEL
Príncipe nobilísimo de los ángeles, valeroso guerrero del Altísimo, celoso defensor de la Gloria del Señor, terror de los espíritus rebeldes, amor y delicia de todos los ángeles justos, mi querido San Miguel Arcángel, deseando hacer parte del número de tus devotos y siervos, a ti hoy me consagro, me doy y me ofrezco, y me pongo junto con mi familia y todo lo que me pertenece, debajo de tu poderosa protección.
s pequeña la ofrenda de mi servicio, siendo yo un pobre pecador, pero tu engrandecerás el afecto de mi corazón; recuerda que de hoy en adelante estoy debajo de tu sustento y debes asistirme en toda mi vida y obtenerme el perdón de mis muchos y graves pecados, la gracia de amar a Dios con todo mi corazón, a mi querido Salvador Jesucristo y a mi madre María Santísima, Concédeme aquellos auxilios que me son necesarios para obtener la corona de la eterna gloria. Defiéndeme de los enemigos del alma, especialmente en la hora de la muerte.
Ven, Príncipe Glorioso, asísteme en la última lucha y con tu arma poderosa lanza lejos, precipitando en los abismos del infierno, aquel ángel quebrador de promesas y soberbio que un día postraste en el combate en el cielo.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate, para que no perezcamos en el supremo juicio. Amén.

Cuaresma de San Miguel - Explicación - VIDEO

Señor de todas la vidas

En la mitad de la jornada,
Cuando los sonidos de la vida complican la audición de
Tu Voz Serena,
Es tu Palabra quien me rescata:
"todas las vidas son mías..."
Vienes a recordarme mi origen y mi destino,
Y un nuevo reto pones en mi camino:
"estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo..."
Gracias Señor De mi Media Tarde,
Porque nuevamente descubro que no quieres la muerte de nadie.
"Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
Renuévame por dentro con espíritu firme!"


Orando la Palabra del día 14.08.2010

jueves, 12 de agosto de 2010

Tudo Posso




Orando la Palabra del dia 13.08.2010

"El Señor es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor"
Como el salmista esta mañana Señor renuevo mi interior con tu Palabra.
Has grabado en lo profundo de mi ser Tu Grandeza, Tu Poder,
y Tu Señorío eterno.
Porque Eres un Dios de Alianza eterna,
de Memoria prodigiosa que recuerda la alianza de mi juventud
Y me alcanzas una alianza nueva, renovada, rejuvenecida.
Ni mis "seguridades al amparo de la fama"
pueden hacer mella en tu Misericordia.
y con un grito desde las entrañas quiero proclamar como el salmista:
"¡Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel"!
(Is 12,2-3.4bcd.5-6)

viernes, 6 de agosto de 2010

Puedes Reinar !!!



Senhor eu sei que é Teu este lugar
Todos querem Te adorar
Toma tua direção
Vem ó Santo Espírito
os espaços preencher
Reverência a Tua voz vamos fazer

Podes Reinar
Senhor Jesus oh sim,
O Teu poder teu povo sentirá
Que bom Senhor
Saber que estás presente aqui
Reina Senhor neste lugar

Visita cada irmão oh meu Senhor,
Dá-lhes paz interior,
E razões pra Te louvar
Desfaz todas as tristezas
incertezas desamor
Glorifica o Teu nome oh meu Senhor

Podes Reinar
Senhor Jesus oh sim,
O Teu poder teu povo sentirá
Que bom Senhor
Saber que estás presente aqui
Reina Senhor neste lugar