martes, 17 de agosto de 2010

Disipas toda desesperanza

Las mismas inquietudes, los mismos temores,
Las mismas expectativas.
En tu seguimiento, hoy y siempre, el proceso de
Conversión mantiene cierta lógica.
Y tu Pedagogía -eterna e inmutable-,
Estrena Mirada siempre nueva.
“Jesús se les quedó mirando…”
Y solo luego, muy luego de penetrarnos con Amor Misericordioso,
Vienes a proclamar palabras simples
Que diluyen toda inquietud.
“Para los hombres es imposible, pero Dios lo puede todo”
Sentencia que libera.
Sentencia que Fortalece.
Sentencia que vigoriza lo débil y robustece mis piernas
Para caminar este nuevo día.

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