sábado, 4 de septiembre de 2010

“…Y así hasta el día de hoy”

“Dios nos coloca los últimos; parecemos condenados a muerte,
dados en espectáculo público para ángeles y hombres.
Nosotros, unos locos por Cristo, vosotros, ¡qué cristianos tan sensatos!
Nosotros débiles, vosotros fuertes;
vosotros célebres, nosotros despreciados;
hasta ahora hemos pasado hambre y sed y falta de ropa;
recibimos bofetadas, no tenemos domicilio,
nos agotamos trabajando con nuestras propias manos;
nos insultan, y les deseamos bendiciones;
nos persiguen, y aguantamos;
nos calumnian, y respondemos con buenos modos;
nos tratan como a la basura del mundo, el deshecho de la humanidad…”

Gracias por lo recibido, por lo dado, por el Don de Dones.
Enséñanos a amar la debilidad que es fortaleza de Dios
La locura, que es sensatez en Tu Cruz,
El desprecio, que nos hace célebres a Tus Ojos,
La falta de domicilio, que nos obliga a cobijarnos en Tu Corazón,
Y más Señor, más que las palabras finales de Pablo sean
deseo y clamor: ¡y así hasta el día de hoy!

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