domingo, 15 de agosto de 2010

Cuaresma de San Miguel Arcángel



Breve historia sobre la Cuaresma de San Miguel

San Francisco de Asís fue un santo que en su vida mortal procuró nutrir mucho su alma, para no enfriar su amor por Jesús, un espíritu de oración y de sacrificio grande. Tal era su amor que realizaba tres “cuaresmas” por año, además de algunos otros períodos de ayuno y oración en honor a la Madre de Dios por la cual tenía un dulce y especial amor.
Fue de un modo muy especial que en la cuaresma de San Miguel, Dios concedió a San Francisco gracias abundantes entre ellas la de marcarlo en su cuerpo, por el profundo deseo de imitar a su Hijo Jesús, con las señales de su Pasión. Todas las “cuaresmas” eran realizadas en el Monte Alverne. Alverne: verna, viene de “vernare” verbo utilizado por Dante y que significa “hacer frío”, helar.
San Buenaventura dice en “Legenda Maior”, en su capítulo 9, párrafo 3 dos escritos biográficos de San Francisco: “un vínculo de amor indisoluble uníalo a lo ángeles cuyo maravilloso ardor lo ponía en éxtasis delante de Dios e inflamaba las almas de los elegidos”. Por devoción a los ángeles, celebraba una cuaresma de penitencia y oración durante los cuarenta días que siguen a la Asunción de la Santísima Virgen María. San Miguel, sobretodo, a quien cabe el papel de introducir las almas en el Paraíso, era objeto de devoción especial en razón del deseo que tenía el santo de salvar a todos los hombres. Era de conocimiento de Francisco la autoridad y el auxilio que el Arcángel Miguel ejercía para salvar las almas en el último instante de vida y el poder de ir a retirarlas del purgatorio.
Ese era el principal motivo por el cual Francisco realizaba su cuaresma y esto nos es relatado en la leyenda Terusina en el Nº 93 de su biografía donde el Santo dice en el año 1224, año en que recibió los estigmas, “Para honra de Dios, de la bienaventurada Virgen María y de San Miguel, príncipe de los ángeles y de las almas, quiero hacer aquí –en el monte Alverne-, una cuaresma”
Fue en 1224 en que San Francisco realizó su primera cuaresma en honra de San Miguel Arcángel.
Fue también en esta primera cuaresma en que Francisco recibió y sintió la mayor abundancia de gracias divinas, siendo transportado hasta Dios en un fuego de amor seráfico, y transformado por una profunda compasión en Aquel que, en su extremo de Amor, quiso ser crucificado.
Aproximándose la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, cuando él vio descender de lo alto del cielo, un Serafín de seis alas flameantes, el cual, en rápido vuelo, llego cerca del lugar donde Francisco estaba. Esta aparción dejo a Francisco hundido en un profundo éxtasis, y en su alma se mezclaba la alegría y la tristeza, una alegría desbordante al contemplar a Cristo que se le manifestaba de una manera milagrosa y familiar, pero al mismo tiempo de un dolor inmenso, pues la visión de la cruz traspasaba su alma como una espada de dos y de compasión.
Francisco comprendió entonces que no era el martirio del cuerpo, sino el amor y el incendio del alma lo que debería transformarlo a semejanza de Cristo Crucificado. Después de aquella conversación familiar, que nunca fue revelada a los otros, desapareció la visión dejándole el corazón inflamado de ardor e imprimiéndole en la carne a semejanza externa del crucificado, una marca. Luego empezarían a aparecer en sus manos y sus pies las marcas de los clavos.
Cuando el verdadero amor transformó al amigo de Cristo en semejanza de Aquel que el amaba, terminado los cuarentas días en el monte y en la soledad, llegó la fiesta de San Miguel, y Francisco, hombre del Evangelio, descendió del monte, trayendo la imagen del crucificado, no esculpida en piedra o madera por la mano de algún artísta, sino reproducida en su propia carne por el dedo del Dios Vivo.
San Francisco, para no igualarse a Jesús que quedó 40 días y 40 noches en ayuno total, come al final de estos días un pedazo de pan y bebe agua, porque se encontraba indigno de ser igual a Jesús.

Inicio de la Cuaresma
15 de Agosto (Fiesta de la Asunción) al 29 de setiembre (Fiesta de San Miguel).
Haga un altar en su casa con una imagen de San Miguel o con una estampa y recuerde que “esta cuaresma” comporta también una penitencia.
Se puede encender un cirio (vela) como signo de la presencia del Resucitado.

ORACIÓN A SAN MIGUEL
"Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha.

Ampáranos contra la preversidad y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros malignos espíritus que para perdición de las almas discurren por el mundo.
Amén."

LETANIAS DE SAN MIGUEL
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo,
ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos
Jesucristo, atiéndenos.
Padre Celestial, que eres Dios,
ten piedad de nosotros.
Hijo Redentor del mundo, que eres Dios,
ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que eres Dios,
ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad que eres un solo Dios,
ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los Angeles,
ruega por nosotros.

San Miguel, ruega por nosotros.
San Miguel, lleno de gracia de Dios….
San Miguel, perfecto adorador del Verbo Divino….
San Miguel, coronado de honra y de gloria….
San Miguel, poderoso Príncipe de los Ejércitos Celestiales.
San Miguel, porta estandarte de la Santísima Trinidad.
San Miguel, guardián del Paraíso.
San Miguel, guía y consolador del pueblo Israelita.
San Miguel, esplendor y fuerza de la Iglesia militante.

San Miguel, honra ya alegría de la Iglesia Triunfante.
San Miguel, Luz de los Angeles.
San Miguel, valuarte de la verdadera Fe.
San Miguel, fuerza de aquellos que combaten por el estandarte de la cruz.
San Miguel, luz y confianza de las almas en el último momento de vida.
San Miguel, socorro cierto.
San Miguel, nuestro auxilio en todas las adversidades.
San Miguel, mensajero de la sentencia eterna.
San Miguel, consolador de las almas del purgatorio, Vos a quien el Señor encomendó recibir las almas después de la muerte.
San Miguel, nuestro Príncipe.
San Miguel, nuestro abogado.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, óyenos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, atiéndenos.
Ruega por nosotros glorioso San Miguel, príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
Para que seamos dignos de sus promesas.

Amén.

OREMOS:
Señor Jesucristo,
santifícanos con una bendición siempre nueva y concédenos, por intercesión de San Miguel, la sabiduría que nos enseñe a juntar riquezas en el cielo y a cambiar los bienes de nuestro tiempo presente por los bienes eternos.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

CONSAGRACION A SAN MIGUEL
Príncipe nobilísimo de los ángeles, valeroso guerrero del Altísimo, celoso defensor de la Gloria del Señor, terror de los espíritus rebeldes, amor y delicia de todos los ángeles justos, mi querido San Miguel Arcángel, deseando hacer parte del número de tus devotos y siervos, a ti hoy me consagro, me doy y me ofrezco, y me pongo junto con mi familia y todo lo que me pertenece, debajo de tu poderosa protección.
s pequeña la ofrenda de mi servicio, siendo yo un pobre pecador, pero tu engrandecerás el afecto de mi corazón; recuerda que de hoy en adelante estoy debajo de tu sustento y debes asistirme en toda mi vida y obtenerme el perdón de mis muchos y graves pecados, la gracia de amar a Dios con todo mi corazón, a mi querido Salvador Jesucristo y a mi madre María Santísima, Concédeme aquellos auxilios que me son necesarios para obtener la corona de la eterna gloria. Defiéndeme de los enemigos del alma, especialmente en la hora de la muerte.
Ven, Príncipe Glorioso, asísteme en la última lucha y con tu arma poderosa lanza lejos, precipitando en los abismos del infierno, aquel ángel quebrador de promesas y soberbio que un día postraste en el combate en el cielo.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate, para que no perezcamos en el supremo juicio. Amén.

Cuaresma de San Miguel - Explicación - VIDEO

5 comentarios:

Unknown dijo...

Arcángel San Miguel, ruega por nosotros y protegenos

Unknown dijo...

Una poderosa oración que nos lleva a entender la valentía y misión de nuestro Arcángel San Miguel príncipe de las milicias celestiales. Ruega por nosotros.

Anónimo dijo...

Sor Maritza Gutiérrez Ventura

Anónimo dijo...

Pues estoy muy contenta de participar en la cuaresma de San Miguel

Anónimo dijo...

Y muchas gracias por ayudarnos