domingo, 20 de junio de 2010

¡ No es Bastante !

“Bien, hermano León, - me dijo- ¿estás dispuesto a escuchar lo que te voy a decir?
Sus ojos brillaban como si tuviera fiebre, y en ellos podía yo distinguir ángeles y visiones que llenaban su mirada. Sentí miedo.
¿Habría perdido la razón?
Adivinando mi temor, Francisco se me acercó para decirme:
Hasta ahora se han empleado muchos nombres para definir a Dios.
Esta noche yo he descubierto otros.
Dios es
Abismo Insondable.
Insaciable,
Implacable,
Infatigable,
Insatisfecho…
Aquel que nunca dijo al alma: ¡Basta ya!

Se me acercó mucho más aún, y como si estuviera transportado a otros mundos,
agregó con voz emocionada:
¡Nunca Bastante! – gritó-
¡No es Bastante, hermano León!
Eso es lo que Dios ha gritado durante estas tres noches,
allá en el interior de la gruta: ¡Nunca es Bastante!


El pobre hombre que está hecho de barro, reacciona y protesta: ¡No puedo más!
Y Dios responde: ¡Aún puedes!
El hombre gime: ¡Voy a estallar!
-¡Estalla!, responde Dios.

La voz de Francisco enronqueció.
Sentí lástima de él.
Temí que hiciera cualquier disparate.
Irritado le dije:
-¿Y qué quiere Dios ahora de ti?
¿No besaste al leproso, que tanta repugnancia te causaba?
-¡No es bastante!
-¿No abandonaste a tu madre, madonna Pica, la mujer más exquisita del mundo?
-¡No es bastante!
-¿No hiciste el ridículo entregando los vestidos a tu padre y quedando desnudo ante todo el pueblo?
-¡No es bastante!
-Pero… ¿no eres el hombre más pobre del mundo?
-¡No es bastante!
No lo olvides, hermano León: Dios es “Nunca Bastante”.


****

El Abismo Insondable.
Insaciable,
Implacable,
Infatigable,
Insatisfecho…
Descubierto por Francisco de Asís en la gruta
es el mismo que hoy, presente y actuante en nuestra vidas,
hace resonar su multiforme Voz repitiendo como un eco:
-¡No es bastante!

Francisco lo descubrió en una gruta,
Pedro tal vez en la orilla del Tiberíades,
Teresa de Ávila entre sartenes y ollas,
Juan Bosco en la mirada de los jóvenes…

No importa tanto el cómo y el cuándo,
sino la disposición interior para escuchar
La Voz clara del que Amándonos hasta el fin nos dice a diario:
-¡No es bastante!

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