sábado, 12 de junio de 2010

Un Relicario de Palabras




El Evangelio de hoy, fiesta del Sagrado Corazón de María,
Despertó el recuerdo de aquellas Palabras de Jesús en mi vida escuchadas, oídas, susurradas
que no siempre fueron entendidas.
“Pero ellos no comprendieron lo que quería decir”
Así es la relación con Aquel que es Don y Silencio.
Palabras dichas, Palabras gestuales, Palabras-Miradas
Distintos rostros de una Palabra que no puede agotarse en la forma.
Distintas percepciones, mociones que muchas veces,
no tienen acabada comprensión,
más que en el contexto del texto de mi vida.

Y Lucas, al finalizar el relato, nos presenta el primer “Santo Relicario”.
El Sagrado Corazón de María.
“Su madre conservaba todo en su corazón”
Lugar precioso para guardar el Tesoro de la Palabra.

Palabra acogida, -tal vez no comprendida- que en sí misma
Manifiesta el Tesoro de Aquel que con poder la pronuncio.

Mi relicario cada día se abre para rescatar Palabras.
Algunas encuentran su pleno sentido pasados algunos años.
Otras veces necesito abrirlo para introducir la Palabra-Don recibida en oración.
O la Palabra-Profética del hermano que dócilmente me trae la Voz del que grita en mis desiertos.

El Santo Espíritu me ha mostrado en estos días que mi relicario
También necesita ser abierto para el “otro”
Para el que espera, que duda, que clama.

Aquí estoy, compartiendo mi relicario.
¿lo abrimos juntos?

Miguel

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